La muerte súbita del bebé, también llamado síndrome de muerte súbita del lactante o muerte en la cuna,ya que la mayoría de las veces sucede mientras están dormidos, se trata del fallecimiento repentino e inexplicable de un pequeño menor de un año de edad, por el cual no se conocen las causas, aún cuando se haya realizado la autopsia.
Por lo general se produce entre los dos y cuatro meses de edad, pero también suele suceder mucho después entre los 6 meses o más. Aunque las estadísticas de casos son muy bajas, conviene estar atentos y prevenidos para evitar este tipo de sucesos tan trágicos.
Factores de riesgo
Aunque no se sabe con exactitud que es lo que ocurre cuando un bebé fallece por el Síndrome de Muerte súbita del Lactante (SMSL) existen ciertos factores que pueden ser elementos de riesgo para que este suceso pueda ocurrir, como:
Bebés con madres menores de 20 años, hay un mayor riesgo de que los bebés sufran de SMSL si han nacido de una madre adolescente.
Bebés varones, extrañamente se producen más en bebés de sexo masculino,según las estadísticas, ya que hay un porcentaje de 61% de ocurrencia en niños, por encima de las niñas.
Bebés con madres que son fumadoras,los pequeños que se crian en un ambiente de alcohol, cigarrillos y drogas en general, tienen un riesgo mayor de morir por el sindrome de muerte subita en lactantes, ya que estas sustancias afectan el sistema nervioso central. Los bebés que mueren por esta causa tienden a tener concentraciones de nicotina y cotinina en sus pulmones.
Bebés prematuros, son uno de los factores de riesgo más altos de este sindrome, mientras más temprano haya sido su nacimiento, el peligro es mayor.
Bebés con poco peso, además de los bebitos prematuros, aquellos que tienen especialmente un peso que es menor o igual a 1,5 kg.
Bebitos que han sufrido algún episodio letal, si el pequeño ha tenido una experiencia en la que se haya puesto su vida en peligro como palidez, pérdida temporal de la respiración o alguna situación semejante.
Atención médica prenatal deficiente, en algunos casos los centros hospitalarios donde atienden a las embarazadas tienden a prestar una poca atención prenatal, especialmente en aquellas donde deben atender diariamente muchos partos, bebés y pacientes. Estos cuidados también se extienden a la del hogar, la que debe brindar la madre al bebito durante los primeros meses durante su embarazo y también después.
Exceso de calor por demasiada vestimenta o ropa de cama a la hora de dormir, también por la temperatura de la habitación, ya que corren el riesgo de sobrecalentarse.
Los bebés que son hermanos de un niño fallecido por muerte súbita tienen una posibilidad de riesgo cinco veces mayor de morir en las mismas circunstancias.
Las superficies blandas de camas, cunas, sofás, ya que se puede hundir el rostro del bebé, además estos elementos donde él descansa no deben estar cargados de objetos como peluches, peines, ropas, entre otros.
Condiciones étnica, hay un alto porcentaje de muertes súbitas en lactantes en aquellos bebés nativos norteamericanos y de Alaska, seguidos por los afroamericanos. Esto puede deberse a la costumbre de acostar a los bebés para que duerman boca abajo y la preferencia de compartir la cama con los padres, lo que se conoce como colecho.
Estadísticas
Según las estadísticas los casos aumentan en los meses invernales. El síndrome de muerte súbita en el lactante es el responsable de la muerte en bebés entre 0,15 y 0,23 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en España. Además este síndrome es la primera causa de muertes en bebés sanos menores de un año de edad.
Causas
No se conocen las causas con exactitud, ya que este tipo de muertes ocurren de manera inesperada y no deben ser confundidas con otros tipos de muertes en lactantes como asfixia. Sin embargo, los expertos siguen investigando para determinar los orígenes de este síndrome.
Algunos expertos señalan que puede deberse a funcionamientos anormales de algunos órganos como el corazón o del sistema respiratorio, por lo que ciertas costumbres como dormir boca abajo, el calor, entre otros constituyen un alto factor de riesgo, ya que durante esta etapa se encuentran en un proceso de desarrollo y maduración.
También existe la posibilidad de que sea por bajos niveles de serotonina en el tallo encefálico. Esta hormona es la encargada de regular la respiración, el ritmo cardíaco y la presión sanguínea mientras dormimos. Esta teoría fue expuesta por unos especialistas, quienes consiguieron en los bebés fallecidos por SMSL niveles bajos de esta sustancia.
Prevención
Aún cuando no se sepan con exactitud las causas que inciden en la ocurrencia del SMSL, se debe seguir ciertas recomendaciones para evitar este tipo de sucesos tan trágicos y repentinos. Entre estas se pueden mencionar:
Primeramente acostar a los bebés boca arriba o de lado, especialmente en la noche, aunque también se recomienda durante la siesta. Cuando los bebés duermen boca abajo corren el peligro de sobre-calentarse, tener pausas durante su respiración y volver a respirar el aire que ha exhalado, el cual carece de oxigeno. Asegúrate que tanto tus familiares como las personas que vas a dejar encargada del cuidado de tu bebé, como guarderías también apliquen esta medida.
Dormir con su bebé, pero no con él. No es recomendable que compartan la misma cama, ya que el tipo de colchón de un adulto no es recomendable para los niños en sus primeros meses, además corre el riesgo de sufrir también asfixia. Procura que su cuna o moisés esté en tu habitación, así podrás tenerlo cerca y vigilarle.
Asegúrate que el colchón sea firme y plano, que no tenga objetos ni adornos, sólo la sabana.
No sobre-abrigar al bebé. La habitación debe estar a una temperatura agradable, aproximadamente 20 grados. No cubras su cara o cabeza con gorritos, a menos que sea prematuro.
No fumes ni consumas alcohol o algún tipo de droga ilegal durante tu embarazo ni después,mucho menos cerca de tu bebé, tampoco permitas que otros lo hagan.
Amamantar al bebé, se ha determinado que los pequeños que consumen leche materna en sus primeros de vida tienen un menor riesgo de fallecer por SMSL.