Todo lo que debes saber sobre el líquido amniótico

Seguramente habrás oído de él en algún momento de tu vida y especialmente ahora que estás embaraza, pero ¿Sabes realmente qué es el líquido amniótico? ¿Cuál es su verdadera función?

El líquido amniótico es el el fluido líquido que protege al embrión y posterior feto en el interior del saco amniótico, es claro, acuoso y ligeramente amarillento, permite al bebé moverse dentro de la pared del útero sin que las paredes de estas se ajusten a su cuerpo.

La ausencia o exceso de este líquido producen patologías durante el embarazo que repercute en el desarrollo normal del bebé como el buen crecimiento de los pulmones y la formación de las extremidades.

Si quieres conocer un poco más acerca del líquido que protegerá a tu bebé durante el embarazo y le permitirá moverse comodamente dentro del útero, este artículo te será de gran ayuda.

¿A partir de qué tiempo comienza a producirse?

Este líquido es producido por la madre a partir de las 14 semanas, éste pasa del sistema circulatorio hasta el saco amniótico. En cuanto, al saco amniótico, este crece y comienza a llenarse principalmente con agua dos semanas después de que se produce la fertilización.

Alrededor del segundo trimestre, el feto comienza a alimentarse de él a través de los riñones, posteriormente  lo desecha a través de la orina, luego vuelve a tragar el líquido y se repite el proceso. Es decir, en su mayoría el líquido amniótico está compuesto por la orina del bebé.

¿De qué esta formado el líquido amniótico?

Luego de transcurrido diez semanas el líquido contiene proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos, todos los cuales ayudan al desarrollo del feto.

Sin embargo, también está formado por orina fetal y en algunos casos por  meconio, esta son las primeras heces del feto, cuando se produce este último por lo general se suele realizar una limpieza, ya que puede traer riesgos al bebé.

¿Cuáles son las funciones del líquido amniótico?

Son varias la funciones que posee el líquido amniótico para el feto, por eso es muy importante que se encuentre en las cantidades necesarias, algunas de estas funciones son:  permite la movilidad del bebé dentro del útero, esto a su vez contribuye a un buen desarrollo del crecimiento óseo apropiado, proporciona amortiguación, es decir, protege al bebé de traumatismos, en el caso de que llegaras a caerte, además, regula la temperatura del feto, protegiéndolo de la pérdida del calor, también lo protege de posibles infecciones, evita que el cordón umbilical se comprima, lo que podría reducir el suministro de oxígeno del bebé, interviene en el desarrollo adecuado de los pulmones del futuro miembro de la familia, ayuda a que los sistemas digestivo y respiratorio se desarrollen a medida que el bebé traga y excreta líquido, y lo “inhala” y “exhala” de sus pulmones.

Control del líquido amniótico.

A partir de las 34 semanas la cantidad de líquido amniótico es de aproximadamente 800 mililitros y alrededor de la semana 40 es de 600 mililitros lo que rodea al feto. Para llevar a cabo este control se realiza a través de ecografía, en la cual se pueden observar y así determinar si no ha habido pérdidas.

La prueba para determinar las condiciones y cantidades de líquido amniótico es la amnioscopía, esta prueba se realiza exclusivamente al momento del parto, ya que es necesario que exista un mínimo de dilatación, puede ser mediante introducción, vía vaginal, de un tubo metálico provisto de una luz, lo que se conoce como amnioscopio, esto permite iluminar las membranas de la bolsa amniótica y así observar la coloración del líquido amniótico, de igual forma saber el estado del bebé.

También mediante esta prueba se puede conocer si hay presencia de meconio, es decir las primeras heces del bebé o cualquier otro problema que represente un riesgo o peligro para el bebé. Es importante acotar que esta prueba sólo se realiza en caso de ser necesario y si el embarazo está en riesgo, ya que sus resultados no son seguros.

¿Cuáles son las razones que pueden desencadenar una salida del líquido amniótico?

Son dos las causas que pueden producir una salida del líquido amniótico, ya sea por perdida o por fisura del saco, lo que se conoce como rotura de aguas.

En el caso de la pérdida del líquido amniótico, se trata de un líquido acuoso, éste por lo general mancha la ropa interior, por lo que se puede detectar rápidamente, puede distinguirse del flujo vaginal porque es filamentoso. Por otro lado, cuando se rompe el saco, lo que comúnmente se conoce como ” ruptura de fuentes” este ocurre cuando el líquido amniótico libera su contenido, se produce al final de la gestación o al término del parto.

¿Cuáles son las patologías referentes al líquido amniótico?

Las patologías con respecto al líquido amniótico se deben a si existe una poca presencia de este o por el contrario, una excesiva cantidad. Existen dos tipos de patología: oligohidramnios y polihidramnios.

Oligohindramnios : Se produce cuando hay poca cantidad de líquido amniótico durante el embarazo,  suele ocurrir al redor del tercer trimestre. Lo normal es que mida entre 5 y 25 centímetros (cm). Si el total es menor a los 5 cm se considera bajo, esto se diagnostica mediante una ecografía.

El especialista suele realizar esta prueba en caso de pérdida de líquido amniótico, si el tamaño del útero está por debajo de lo normal o en el caso de que la embarazada sienta pocos movimientos fetales. También, en caso de que sufra  de alguna patología durante la gestación o si ha pasado la fecha de parto.

Polihidramnios: Ocurre cuando hay exceso de líquido amniótico. Lo normal durante el tercer trimestre es que mida entre 5 y 25 centímetros. Sin embargo, si la mujer embarazada tiene total de líquido que supera los 25 cm se considera alto. Las causas comúnmente se asocian a la diabetes gestacional, embarazos múltiples, anomalías genéticas o fetales. En caso de tener esta patología se te observará durante el parto ya que puede producirse un prolapso del cordón umbilical o desprendimiento prematuro de placenta, esto es cuando se rompe la bolsa de agua.